2020 fue uno de los años más inusuales y desencadenó una de las crisis más grandes jamás vistas. La pandemia provocada por el nuevo coronavirus ha traído innumerables pérdidas y graves daños a la economía de todo el planeta.
Brasil es uno de los países más afectados y muchas industrias tuvieron sus puertas cerradas o casi llegaron a ese punto con la alta paralización de la economía. Según el IBGE (Instituto Brasileño de Geografía y Estadística), más del 70% de las industrias tuvieron un impacto global negativo y el 40% de las empresas paralizadas por el total en la pandemia tuvieron que cerrar sus puertas.
Poco a poco, la economía se ha ido recuperando, siguiendo todos los protocolos de salud recomendados por el gobierno junto con las agencias de salud. Los primeros resultados, según la Confederación Nacional de la Industria (CNI), mostraron signos de recuperación. Los datos apuntan al crecimiento del 7,4% de los ingresos del sector entre junio y julio. Según una encuesta de la CNI publicada en octubre, el índice de evolución de la producción alcanzó los 59,1 puntos, muy por encima de la línea divisoria de 50 puntos, lo que indica un aumento de la producción y el empleo.
¿Cuáles son los principales desafíos para la economía de Brasil?
Actualmente con tanta imprevisibilidad generada por la pandemia, proyectar escenarios futuros y asegurar la resiliencia de los procesos de negocio se ha convertido en un ejercicio de extrema incertidumbre, exigiendo diferentes perspectivas y experiencias en busca de un camino común, aunque los impactos son diferentes para los distintos tipos de sectores.
Invertir en servicios personalizados con mayor calidad, así como recortar el presupuesto, reducir los gastos con la adopción del home office y la digitalización de procesos, ha sido y se espera que sea el mayor desafío para la industria brasileña.
Ya es posible identificar que, si bien algunos segmentos deberían tener un incremento sostenible, otros enfrentarán una lenta recuperación. Para este segundo segmento, hay una revisión considerable de la aplicación de nuevas metodologías y proyectos estratégicos que pueden hacer posible la transformación del negocio en el mediano e incluso corto plazo.
La economía de Brasil se vio fuertemente impactada por una crisis de salud sin precedentes provocada por el escenario atípico, que comenzó en el país en marzo de 2020.
Ante las medidas de aislamiento social decretadas por los gobiernos locales y por la agencia reguladora de vigilancia en salud (la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria - ANVISA), se expuso en el país un escenario de desigualdad social y crisis económica que ya era preocupante.
Con el tiempo y la relajación de las medidas de aislamiento social, los sectores que fueron suspendidos por decreto gubernamental pudieron retomar sus actividades. El desafío, entonces, ha sido enfrentar la crisis económica y la inestabilidad política que vive el país, en un intento por devolver la economía brasileña al nivel prepandémico.
En un contexto más específico, un estudio realizado por la consultora internacional BIP revela que los sectores más afectados son los denominados “no imprescindibles” como carburantes, deportes, conciertos y eventos, aviación, turismo y hoteles. Según la institución, será necesario que estos sectores recuperen prácticamente desde cero sus economías, lo que hará que la recuperación económica sea muy lenta.
Fonte:
http://www.portaldaindustria.com.br/industria-de-a-z/retomada-do-crescimento-pos-pandemia/
https://www.mundoisopor.com.br/mercado/industria-pos-pandemia
