El plástico es uno de los materiales más utilizados en el mundo y su derivación proviene del petróleo. Además de la más utilizada, es la que más se acumula en vertederos y se desperdicia irregularmente en el medio ambiente. Considerando que es un material muy resistente y que tarda cientos de años en descomponerse, su reciclaje es fundamental para evitar la contaminación del medio ambiente.
Los plásticos se dividen en dos categorías, termoplásticos y termoestables. El primero corresponde al 80% del plástico que se consume en el mundo porque se pueden moldear y, por tanto, son reciclables.
Los termoendurecibles no se pueden reciclar de forma habitual, ya que no se derriten cuando se encuentran a altas temperaturas. Y ahí es donde entran la trituradora de plástico y las botellas de PET.
Trituradora de plástico para reciclaje
Cuando el reciclaje de plástico no puede realizarse por cualquier motivo, como en el caso de los termoestables, la solución es enviarlo al plástico triturado. Esta máquina muele el plástico hasta que está en pequeños trozos, lo que permite procesar el material.
Otra solución para este material es el reciclaje químico mediante el proceso de despolimerización. Si no existen más formas de triturar el material para que sea reciclado, el plástico se envía para recuperación energética o incineración, llegando al final de su vida útil.